Al llegar en Split, es posible sentir un viaje por la historia.
Protegido por las murallas, rodeando el área de unos 30 mil km cuadrados, el palacio del emperador romano Diocleciano, edificado entre los siglos 3 y 4, comprende una parte del casco viejo donde la mayoría de las familias perseguidas de Salona se había refugiado en el principio del siglo 7. Aunque muchas partes del palacio fueron reedificadas y reconstruídas, la parte mayor del palacio imperial romano sigue siendo la parte imponente de la ciudad.

La antigua ciudad de Salona fue la capital de Dalmacia, durante el período del Imperio romano. Hoy en día allí se hallan las ruinas antiguas, como también las ruinas de la época de la cristianidad temprana, el teatro del siglo 2, numerosos sarcófagos, el anfiteatro y la iglesia episcopal.

La ciudad de Trogir, situada en una península pequeña, fue edificada en los siglos 14 y 15.
Sus callejuelas estrechas con palacios viejos, iglesias, especialmente la catedral de San Lorenzo, habían contribuido a que la ciudad fue inscrita en la lista del patrimonio cultural de la UNESCO.